viernes, 28 de diciembre de 2012

La de tus cicatrices.

Claro que la conoces, la de las ojeras, la de "soy más fuerte que todos vosotros" pero luego anda rota por las esquinas... por ti. ¿Cómo no vas a conocerla? la primera en llevar tus camisetas por las noches, en lucir tus cicatrices. Claro que la recuerdas, y como la dejaste ir por miedo a... ¿a qué? no lo sabes ni tú mismo. Te gustaba conocerla así, la que se dejaba las llaves puestas, que no siempre se acordaba de cerrar todas las ventanas en invierno, y que más de una vez te ha dado un portazo. 
Y es que claro que conseguías que la temblaran las piernas, si solo tú sabías de ese vacío, que esas ojeras no eran un simple "es que esta noche no he dormido muy bien", que tío, hasta llegaste a aprender a hacer su café favorito, y mira que ni ella está muy segura. 
No me digas que ya no la recuerdas, si en estas cuatro paredes siguen retumbando tus "estás aún más preciosa cuando estás en mi cama", todas las veces que la prometiste que tus sábanas no cogerían otro olor, y ella solo sabía bajar la cabeza y sacar esa sonrisa socarrona que la dejabas siempre. Claro que te la ganabas, los dos sabíais perfectamente que tú no eras sin su risa retumbando en tu cuarto, y ella no llegaba a ser sin tus gilipolleces a media noche.
¿Tanto miedo te daba necesitarla casi tanto como ella a ti? mira, si ahora la has dejado hecha trizas, por eso de tu ausencia, por eso de que tus sábanas ya no huelan a ella. 

jueves, 27 de diciembre de 2012

(Perdida.)

Inseguridad en forma de ojeras, de arañazos. (Raspa) Pero en el fondo todas estas letras no tendrían forma si no hubieran ido acompañadas de unas cuantas lágrimas. (Quema) ¿Y mi sitio? estoy perdida, ausente, neutra, indiferente, desaparecida. (Araña) Un suspiro, luego otro, uno más... pero sigo sin encontrarme, sin recuperar el control, ese que me hacía sentirme protegida, dentro de mi misma, a salvo. (Se clava) Pero eso también lo perdí. Necesito control, en la situación, sobre mi misma, mis pensamientos... dios, ellos sí que necesitan control, ya no me siento a salvo en mi misma, me preocupa lo que puedo llegar a hacerme. Tengo que salir de mi cabeza, las cosas que me chilla no son seguras. (Escuece) Todo se me ha ido de las manos y ni si quiera me he dado cuenta. Lo que solía ver como una salida, ahora me ha traído a este callejón, como una trampa, me ha atrapado, sin más, sin advertencia. (Consume) ¿Ahora qué? Apenas recuerdo como era el camino antes de quedarme atascada. Apenas recuerdo si había camino. (Y al final, te aplasta, te deja rota, en trozos, consumida completamente). 

Y que sigas mi respiración.

Tiemblo. Tirito pero ni si quiera hace un poco de frío. [Respiro] Esta noche tampoco has aparecido por aquí, pero a mi tampoco se me ha ocurrido hacerlo. No nos perdamos. No me consumas, ni me arriesgues. No nos equivoquemos, al menos no esta noche. [Respiro] Tal vez mañana, solo tal vez podamos hacer todas las locuras que se nos ocurran, podamos equivocarnos sin darnos cuenta, pero esta noche no. [Respiro] Esta noche sin riesgos. Sin precipicios. Que no deje cicatrices. Que no me descoloque, que bastante he tenido que ordenarme para poder llegar a escribirte. [Respiro] Esta noche... mira, esta noche solo quiero silencio, no tengo los ánimos para nada de esto. Esta noche ya le he echado cojones para decirte esto, así que lo único que quiero es dejarme caer rendida en la cama. [Respiro. Un poco más fuerte que todas las demás veces] y oye, que mejor si al caer caigo a tu lado.